Qué es el humus de lombriz
El humus de lombriz es el producto que se obtiene de alimentar a las lombrices con materia orgánica en descomposición. Y después esperar a que los microorganismos intervengan, y transformen ese vermicompost en humus estable.
Si concretamos más y lo llevamos a un entorno GreenCity, podríamos decir que es el abono que utilizaremos en nuestras macetas y jardineras. Y que puedes obtenerlo, añadiendo los restos vegetales de cocina, o del huerto urbano, a una vermicompostera.
Allí estarán listas las lombrices rojas californianas (Eisenia foetida), para devorar enseguida estos restos. Y, mediante sus enzimas y microorganismos, excretar nuestro preciado vermicompost. Sí, el vermicompost, también llamado lombricompost, es estiércol de lombriz…
El último paso sería esperar a que se estabilice y se transforme en humus.
Sigue leyendo, porque esto es sólo el comienzo de todo lo que vamos a contarte.
Para qué usar el humus de lombriz y el vermicompost
Tanto el vermicompost/lombricompost, como el humus ya maduro, se pueden emplear en muchas funciones para nuestro huerto urbano. Las principales son
Como sustrato en las macetas
Tanto el humus como el vermicompost son un sustrato genial para comenzar nuestro huerto urbano. Mucho mejor que otras mezclas comerciales a base de turba, que resultan difíciles de mantener en buenas condiciones.
Se usa mezclado con fibra de coco, para darle aireación y que no se compacte.
Como enmienda
Tus cultivos, al crecer en recipientes, no tienen disponible todo el suelo que quieran para expandir sus raíces y buscar su alimento. Debes alimentarlas tú.
Y para que su alimentación sea de calidad, tendrás que:
-Aportar los minerales que la planta necesita.
-Mantener el sustrato con unas condiciones físicas adecuadas.
Eso es exactamente lo que obtendrás cuando aplicas enmiendas.
En recipientes como macetas, jardineras o huertos verticales… las enmiendas más adecuadas, sin duda, son el humus y el vermicompost.
Tienen mucha materia orgánica, y por tanto una base de nutrientes variado y en forma estable, para que se vayan liberando poco a poco.
Además, aporta una gran ayuda… microorganismos! que trabajarán procesando esos minerales para que las plantas puedan asimilarlos.
Para hacer tus semilleros
Las raíces de las pequeñas plantas son muy sensibles a algunos abonos, que les pueden provocar fitotoxicidades. Necesitan sustratos estables, mullidos y con una liberación de nutrientes progresiva, poco a poco.
En este caso es recomendable usar vermicompost que lleve bastante tiempo en la vermicompostadora, o uno que ya esté humificado.
Puedes llenar los recipientes de tus semilleros sólo con humus, o mezclarlo con un poco de fibra de coco. Lo importante es que las pequeñas raicillas puedan expandirse con facilidad por un sustrato esponjoso y húmedo.
En los trasplantes
Cuando vas a realizar un trasplante, y dudas si el sustrato está lo suficientemente mullido. Es recomendable añadir un puñado de humus o lombricompost al agujero del trasplante.
Así facilitas que la planta que vayas a trasplantar pueda expandir sus raíces fácilmente, y dé un buen estirón cuanto antes.
Beneficios que aporta el humus de lombriz a tus plantas
Podría hacer un listado de al menos 100 ventajas del humus de lombriz, tanto para su uso en balcones y terrazas, como para la huerta o los frutales.
Pero lo hemos simplificado, agrupándolos en los 3 principales beneficios:
Aporta microorganismos
Sí, nuestros grandes aliados. El humus está completamente lleno de microorganismos benéficos. Que se encargan de transformar los nutrientes, para que sean asimilables por las plantas.
Nos ayudan en la alimentación orgánica de nuestro huerto, porque puede ocurrir que haya nutrientes en el sustrato, pero sin microorganismos, las plantas no pueden procesarlos.
Y también son grandes defensores, manteniendo a raya otros patógenos, como hongos y bacterias, que podrían resultar peligrosos para las plantas.
Estimula el crecimiento de las plantas
El humus de lombriz aporta ácidos húmicos y fúlvicos, enzimas, aminoácidos, y compuestos que regulan el crecimiento vegetal. Esto se traduce en plantas que crecen a su propio ritmo, fuertes y productivas.
Mejora el suelo y el sustrato
Cuando aportamos humus de lombriz, aportamos materia orgánica con un PH casi neutro. Proporcionando al suelo, o al sustrato, estabilidad en la que los procesos químicos y microbiológicos se desarrollan con mayor facilidad.
Además los suelos se mantienen aireados como esponjas. Con una buena proporción de micro y macroporos, donde el agua se puede quedar retenida, y estar disponible cuando las plantas lo necesiten.
Características de la lombriz roja californiana
Su otro nombre menos conocido es Eisenia foetida. Para elaborar lombricompost, en zonas templadas, también pueden usarse otros tipos de lombriz como Eisenia andrei. O Eudrilus eugeniae, en zonas tropicales. Pero es la “Roja de California” la mayoritaria en vermicompostaje doméstico.
La elegimos porque es la que mejor se adapta a la vida en recipientes. Es un tipo de lombriz que fue seleccionada y domesticada en los años 40, en California, de ahí su nombre.
Es epígea, quiere decir que en el medio natural viviría en la parte más superficial del suelo. Y por tanto su alimentación preferida consiste en alimentos frescos. Puede llegar a degradar, diariamente, volúmenes iguales a su masa corporal.
Además, nos gusta porque tiene una alta tasa de reproducción, para que no nos quedemos sin ellas en nuestros recipientes, y puedan procesar todo el volúmen de restos vegetales que generemos.
Responde bien en cautiverio, al no tener costumbres migratorias. Y su desplazamiento es más horizontal que vertical. Por lo que no querrán hacer galerías profundas para intercambiar materia orgánica por minerales, como hacen las Anécicas, en el medio natural.
Las condiciones que debemos proporcionarles para que hagan bien su tarea son:
- Mantener una temperatura, dentro de la vermicompostera, entre 15 y 20ºC, aunque toleran rangos entre 8 y 30 ºC. Si las temperaturas bajan de esos niveles comienzan a hibernar, y si los superan, fallecen.
- Le gusta el ambiente húmedo, entre un 80 y 90%, pero sin encharcamientos.
- Estas lombrices son aerobias, necesitarán oxígeno para vivir, por lo que habrá que evitar que el medio en el que vivan, se compacte.
- Mantenerlas en oscuridad, hay que tener en cuenta que su medio natural es estar bajo tierra, así que debemos procurar que estén en completa oscuridad.
Y si te estás preguntando por qué no sirven las que se usan para pescar o para hacer proteína, te lo resuelvo rápido. Estos tipos están seleccionadas para ponerse gorditas, es decir, para tener un ciclo rápido y coger mucho volúmen. Piensa que van a servir de alimento a alguien. Pero no excretan tanta materia orgánica como la Roja de California.
¿Y las normales de tierra? Pues tampoco están indicadas para una lombricompostera. Porque no están acostumbradas al cautiverio, y les gusta moverse en superficies grandes, desplazarse arriba y abajo… e incluso migrar. Les costaría adaptarse a un entorno pequeño y cerrado, además de tratar de fugarse en cuanto tengan oportunidad.
Es bastante sencillo mantener con vida nuestra colonia de lombrices rojas de California, y darles lo que necesitan. Justo debajo te explico paso a paso cómo hacerlo, y obtener un gran compost para tus plantas.
Cómo empezar a vermicompostar
Antes de iniciar el proceso en sí, hay que pararse a pensar y tomar algunas decisiones. El lugar donde situar la lombricompostera es importante para darles a nuestras ayudantes las mejores condiciones. Y también debes decidir si comprarás alguno de los modelos de vermicompostera listos para usar, o si te gusta el bricolaje y prefieres hacerla tú.
El mejor lugar para tu vermicompostera
Ya sabes que la temperatura de dentro del recipiente debe estar entre 15 y 20 ºC, para que las lombrices estén a gusto y el proceso vaya bien.
Así que la mejor ubicación será un lugar fresquito en la época del año en que las temperaturas son altas. Y un lugar cálido, cuando hace frío a diario.
En la mayoría de las casas, el lugar que cumple estas características, es la cocina. Que cuenta además con la ventaja de la cercanía a los restos vegetales. Las lombrices no suelen escaparse, y cuando echas los restos vegetales, apenas las ves. Tampoco hay malos olores. Así que es como tener una torre de reciclaje más en tu cocina
Pero si no te gusta tener lombrices dentro de casa, o no tienes sitio, tendrás que llevarlas al exterior. Situándolas en un lugar sombreado en verano, y protegido de la lluvia y el frío en invierno.
Y siempre, siempre, debe ser un lugar ventilado.
Elegir la mejor vermicompostera
Si vas a situarla en la cocina, te recomendaría, sin duda, que adquieras alguno de los modelos comerciales. Existen muchas opciones, y seguro que alguna se ajusta a las dimensiones y decoración de tu cocina.
¿Porqué recomiendo comprarla si es para interior?
- Porque son robustas, y no se van a romper al manipularlas. Ya he visto alguna caja de poliespan hecha añicos en la cocina, y lombrices por todas partes.
- Porque cierran bien. Evitando que entren insectos no deseados, depredadores, o que se pueda escapar alguna lombriz baby, por cualquier rendija que haya podido quedar. Además los olores también se quedan dentro.
- Porque tienen un grifo que no gotea. Una de las cosas que más falla en la construcción de nuestra lombricompostera, es el sellado del grifo desde el que se recogerán los lixiviados. Según el material usado para las torres, las juntas del grifo pueden no sellar del todo bien, produciendo fugas de líquido y malos olores.
Si vas a situar tu vermicompostera en el exterior, o disfrutas el DIY haciendo las cosas tu mismo, las recomendaciones anteriores no tienen tanta importancia.
Existen varios modelos en internet en los que inspirarte. Lo primero elegir materiales, pero hay algunas cosas a tener en cuenta:
- El poliespan aísla, y mantiene la temperatura constante. Pero ten en cuenta que hay muchas calidades diferentes. Preferentemente no lo hagas con las de usar y tirar, que son de poliestireno expandido, y se van deshaciendo. Elige las de poliestireno extruido, son mucho más resistentes y aíslan mejor .
- La madera es genial. Aprovecharás un recurso, y es fácil trabajar con ella. Pero ten en cuenta que es materia orgánica y también se degrada. Además, en sitios muy húmedos, pueden alojar hongos y bacterias perjudiciales para las lombrices.
- La cerámica es increíble, por ser un material natural que les da a las lombrices lo que necesitan. Aunque son recipientes bastante delicados, más difíciles de manejar debido a su peso, y el cierre no es del todo hermético.
- El plástico no es la opción más ecológica, ni la que mejor mantiene la temperatura. Pero es ligero, fácil de manejar, resistente al paso del tiempo, y la opción más sencilla si has optado por una vermicompostera DIY (Do It Yourself).
Hemos creado otra publicación en la que explicamos, paso a paso, “Cómo hacer una vermicompostera casera” de forma rápida y sencilla. Abajo del todo, en las publicaciones relacionadas, podrás consultarlo.
Cómo incorporar las lombrices
Cuando ya tengas su hotel listo, tendrás que llenarlo de invitadas e invitados.
Lo más habitual es comprar las lombrices, o que alguien ya experimentado en el vermicompostaje, comparta alguna de las suyas. Lo que no conviene en ningún caso es mezclar lombrices de distintas procedencias.
Pero antes de dejarlas en la vermicompostera, debes hacerle una cama, o lecho. Ésta irá en la primera bandeja, la que se coloca encima del recipiente que recoge los lixiviados.
Cuando introduces las lombrices, aún son pequeñas (oligoquetos) y podrían colarse a través de los agujeros de la bandeja. Por eso, el primer paso será poner una capa que tape los agujeros, mientras permite que los líquidos bajen.
El cartón suele ser una buena opción, porque al ser un material orgánico las lombrices también lo degradarán. Y, en fases posteriores, éstas podrán pasar de una bandeja a otra en busca de alimento. Lo recomendable es que cortes una sola pieza, que encaje con el tamaño del recipiente.
A continuación tendrás que esparcir fibra de coco, bien húmeda, cubriendo toda la superficie. Puede ser una capa de unos 5 cm. No te saltes nunca éste paso, es indispensable para las lombrices. Es ahí donde se quedarán, hasta que estén preparadas para comenzar a alimentarse de los restos vegetales.
Ahora sí. Ya tienen la cama preparada, y es el momento de depositar tu núcleo de lombrices en la vermicompostera.
Déjalas en uno de los lados, sobre la cama de coco que has hecho. Y cúbrelas, sin apretar, con otro poco de fibra de coco, para que se sientan “bajo tierra”.
Al otro lado, puedes incorporar restos vegetales, entre 1 y 2 litros en función de la cantidad de lombrices que hayas depositado. Los restos orgánicos deben estar troceados, y llevar al menos una semana guardados, para que los microorganismos ya los hayan dejado suficientemente blandos.
Añade una bandeja más. Al estar vacía, ayuda a aislar del calor y facilita la ventilación.
Y por último, coloca la tapa bien encajada.
Cómo funciona una vermicompostera
Una vez instalado el lecho, e inoculado las lombrices, el siguiente paso será alimentarlas. Para hacerlo correctamente, debes conocer el proceso que siguen las lombrices en el vermicompostaje. Ésto te dará la información que necesitas para saber cuándo, cómo y cuánto alimentarlas.
Proceso de vermicompostaje
Una vez que veas que las lombrices se desplazan por el lecho, y ya han transformado los restos orgánicos, puedes añadir un poco más de comida.
Deposita, en esa misma bandeja, otro volumen de 1 o 2 litros de restos de cocina, cortados y predigeridos. Pero no lo sitúes en la misma zona que el anterior. Ponlos esparcidos en otro de los lados, en una capa con un grosor de entre 7 y 10 cm.
Es importante que todos los restos de cocina o cosecha que añadamos no estén encharcados. Si crees que podría haber líquidos en el fondo del recipiente en el que los guardas, intenta que no acaben en la lombricompostera.
Cuando la capa que has añadido, prácticamente ha desaparecido, podrías añadir otra procediendo de la misma manera. Y así, sucesivamente, hasta que la bandeja se llene 3/4 partes de vermicompost, o ya llegue a los agujeros de ventilación.
En ese momento, deja de alimentarlas entre 1 semana y 10 días, aproximadamente. Las lombrices volverán a procesar el vermicompost. Y obtendrás un producto más estable, que favorecerá el proceso de humificación.
Llegado éste momento, toca que las lombrices se vayan a otra bandeja. Prepara la bandeja 2, con cartón en el fondo. En un lado pon restos vegetales descompuestos, y en el otro 1 o 2 litros del vermicompost que se ha hecho en la bandeja 1. Mejor si hay alguna lombriz.
Sitúa la bandeja 2 por debajo de la bandeja 1, y las lombrices irán descendiendo para descomponer los nuevos vegetales.
A veces les cuesta un poco bajar, porque les gusta quedarse en el vermicompost hasta que ya no queda nada más que procesar. Tendrás que tener paciencia, en realidad están haciendo su trabajo a la perfección, y eso nos ayuda enormemente.
Pero si quieres acelerar el proceso, retira la tapa y deja el vermicompost al sol. A medida que se vaya secando y calentando, las lombrices preferirán un lugar más fresco y húmedo, e irán descendiendo.
Cuando creas que ya ha bajado la mayoría de lombrices, puedes retirar esa bandeja de vermicompost y utilizarla. O dejarla en la vermicompostera, para que vaya iniciando el proceso de humificación
Continúa añadiendo restos vegetales a la bandeja 2, igual que has ido haciendo con la bandeja 1. Y así periódicamente.
Si tienes muchos restos orgánicos y ves que se acumulan. Puedes probar a incrementar un poco la cantidad que añades a la vermicompostera, observando si la población crece, y comienza a degradar los restos a buen ritmo.
Si pasado un mes, ves que lo que añades se pudre, significa que son muchas ya en la cama y que no son capaces de degradar tanta cantidad de alimento. Éste es el momento en que deberás pensar en hacerte con una vermicompostera más grande, o comenzar con una nueva torre, y alimentar a dos núcleos de población diferenciados.
Alimentos más adecuados para las lombrices
Es uno de los factores clave. Un error grave podría acabar con la población de lombrices.
Deberá existir un equilibrio entre el Nitrógeno y el Carbono, es decir, entre la materia fresca y la seca. Simplificando mucho, equilibrar lo verde y marrón.
Un exceso de materiales verdes, se pudrirían. Provocando malos olores y sustancias tóxicas para las lombrices, como el amoniaco.
Por lo que es imprescindible añadir también, fibras o celulosa. Además de absorber parte de la humedad, aportarán esponjosidad, para que los restos vegetales lleguen oxigenados.
Materia fresca
- Restos de verduras, frutos, y frutas.
- Restos de huerta: ramas y hojas de hortalizas podadas, hierbas…
Materia seca
- Plantas y hojas secas, paja, cascarilla de cereales,
- Papel sin tintes, serrín sin tratamientos químicos.
Otros
- Restos de café molido e infusiones
- Estiércol de herbívoros y aves (en pequeñas cantidades)
- Cáscaras de huevos
- Pelo
Todos los restos que se incorporen deben estar en trozos pequeños. Y bien mezclada la materia fresca con la seca. Así se predegradará fácilmente por bacterias, hongos y colémbolos.
Lo conveniente es que la mezcla haya pasado por la fase termófila, en la que los restos alcanzan una temperatura de 50-60ºC. Cuando comience a bajar la temperatura ya podrás añadirlo a la vermicompostera.
Esta fase es necesaria porque la lombriz tiene boca, pero no tiene dientes. Por lo que necesita que los restos estén muy blandos, para poder succionarlos.
Cuando este proceso no se hace fuera de la lombricompostera, y se añaden los restos frescos, la fase termófila ocurre dentro del recipiente. Lo que incrementa demasiado la temperatura, provocando que muchas lombrices mueran.
Alimentos no recomendados para las lombrices
Las lombrices pueden alimentarse de una amplia gama de residuos, pero algunos pueden retrasar el proceso, dañar las lombrices, disminuir la población, o provocar malos olores.
Si el proceso se desarrollase en un medio natural, no habría problema en incorporar algunos de estos elementos. Pero al tratarse de un proceso en un medio artificial, deberás procurarle a las lombrices las condiciones más sencillas. Y eso pasa por evitar:
Alimentos a evitar
- Cítricos, cebollas, cáscaras de frutos secos.
- Quesos y otros lácteos
- Carne o pescado, tanto cruda como cocinada, y huesos.
- Restos de comida
- Hojas de árboles con resinas o taninos (hojas de pino, roble, nogales, castaños…)
- Excrementos de animales domésticos
Como cosechar el vermicompost
Vermicompost sólido
Cuando retires la bandeja con vermicompost, a pesar de haber dejado pasar unos días para que las lombrices se muevan a la nueva bandeja. Puede ocurrir que algunas no hayan bajado. Sobre todo pequeños oligoquetos que no han podido descender.
Si lo vas a utilizar como vermicompost en exterior, o en grandes jardineras, no es excesivamente importante que se cuelen algunos ejemplares. A medida que vayas incorporándolo al suelo, podrás ir retirando las lombrices que te encuentres, para reincorporarlas a la vermicompostera.
Si lo que quieres es obtener humus de lombriz para nuestras macetas o semilleros, será imprescindible retirarlas del vermicompost. Para eso lo mejor es cribarlo para dejarlo lo más limpio posible.
Guarda el lombricompost a ser posible en un saco de yute, y en lugar fresco, a la sombra. También puedes dejarlo en una bandeja en la propia vermicompostera, asegurando que estará bien aireado. Así los microorganismos aeróbicos, podrán hacer bien su tarea, y convertir el vermicompost, en humus de lombriz.
Humus de lombriz líquido
En función de lo secos o húmedos que hayamos ido incorporando los restos, y del lugar que hayamos elegido para situar la vermicompostera. Podrás tener otra cosecha, en formato líquido: los lixiviados del proceso de compostaje.
Es un concentrado de nutrientes de los restos vegetales, con ácidos húmicos y fúlvicos. Y debido a la presencia microbiana de bacterias, hongos, protozoos, levaduras, actinomicetos…
Además de nutrir las plantas, inhiben enfermedades, al aumentar la resistencia de la planta a la infección. Y por ser antagonistas de los patógenos, por el espacio y el alimento, frenando o impidiendo su desarrollo.
Éste lixiviado puede recogerse una vez por semana aproximadamente, en una botella o recipiente que permita su cierre hermético. Y debe almacenarse en un lugar fresco y oscuro.
Es bastante concentrado, por lo que si se aplicase sin diluir podría dañar o desequilibrar las plantas.
Para aplicarlo, coge tu pulverizador GreenCity, ponle el filtro que trae incluido, y echa el lixiviado hasta ⅓ del volumen total. Retira el filtro, y rellena los ⅔ restantes con agua sin cloro. Agita un poco, pon la boquilla regulable abierta, dale presión, y ya está listo para aplicar directamente al sustrato.
En ésta publicación hemos querido compartir el proceso que va desde iniciar una vermicompostera, hasta obtener humus de lombriz líquido y sólido. Si quieres ampliar información sobre el Humus de lombriz, y otros abonos, consulta los artículos relacionados que aparecen en esta misma página.
Y si lo que necesitas es un paso a paso para crear tu propio huerto urbano en recipientes, regalamos una formación completa con la compra de cualquier pulverizador GreenCity. En este enlace puedes elegir el más adecuado a tus necesidades https://greencitymatabi.com/pulverizadores-greencity/
Que tengas una buena cosecha…